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Hitchcock, Parte II

febrero 21, 2013

La industria del cine suele hacer las cosas en pares. Recordemos el lejano 1998 y el estreno de dos filmes acerca de meteoritos gigantes que vienen a destruir la tierra; Armageddon e Impacto Profundo; en el mismo año hubo dos biografías del velocista Steve Prefontaine; en el 2006, United 93 y Las Torres Gemelas recordaron el atentado del 11 de Septiembre; Capote e Infamous se centraban el excéntrico Truman Capote y su gran «A Sangre Fría», y así sucesivamente. Este año le toca el turno a Alfred Hitchcock, primero con Hitchcock y luego con The Girl, telefilme inglés de recursos más modestos donde de nuevo Toby Jones (un excelente actor que hasta ahora no recibe el reconocimiento suficiente) tiene que compararse frente a otra interpretación de una persona real, como sucedió en Infamous.

 

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Resulta interesante ver ambos filmes; presentan las dos caras de la personalidad del reconocido director. Si bien el primero era un simpático tributo en clave de humor, el segundo se adentra en aspectos mucho más sórdidos.

En 1962, luego del éxito de Psicosis, Hitch ya tenía un nuevo proyecto: Los Pájaros. El director se encontraba en busca de una nueva musa que, claro está, debía ser rubia. Encontró a una modelo de poca experiencia actoral llamada Tippi Hedren, maravillada de trabajar con un cineasta de renombre. Pronto se convirtió en una pesadilla, cuando Hitch la sometió a abusos físicos y psicológicos.

La obsesión del cineasta con la actriz lo hizo querer controlar todo aspecto de su imagen: la ropa que usaba, su peinado, incluso su manera de caminar. Además de acosarla siempre que se encontraban solos, Hedren sufrió lo peor del perfeccionismo de Hitchcock detrás de cámaras: una simple filmación de un día en el que el personaje de Melanie era atacada por lo que se supone debieron ser criaturas mecánicas se convirtió en un suplicio de cinco días con la actriz atacada por pájaros verdaderos y el muy probable riesgo de que le saquen los ojos.

La infatuación de Hitchcock con su actriz llegó hasta el punto de arruinarle la carrera; una vez terminado su segundo film juntos, Marnie, Hedren salió huyendo, aún sujeta a un contrato exclusivo del cual el cineasta nunca la quiso liberar; nadie más podía trabajar con ella, las ofertas escasearon y pronto la rubia desapareció de las pantallas.

A diferencia del viejito excéntrico y travieso del anterior filme, aquí Hitchcock es un tipo obsesivo hasta la enfermedad, con una obvia debilidad por las rubias – se dice que nunca le perdonó a Grace Kelly el haberse casado con un princípe, y sólo buscaba su émulo en todas sus actrices siguientes – posesivo, tiránico y hasta sexualmente acomplejado; sus torpes intentos por aprovecharse de Hedren en el asiento trasero de un auto mostrándolo poco más como un violador. No sé puede decir que tan cercano sea esto a la realidad, pero se decanta por las historias de la rubia actriz, que colaboró de cerca con HBO en la producción.

Sin embargo, no se olvida de la brillantez de este peculiar hombre como cineasta. No en vano Los Pájaros es considerada una de sus obras maestras y la misma Tippi Hedren admite aquí que aprendió mucho de él y mejoró como intérprete; Hitch probablemente obtuvo lo mejor de ella, además de ver un talento por el que pocos apostaban algo.

Es un tema constante, el de poder separar a un artista y sus méritos de su comportamiento en su vida privada. Ejemplos hay muchos: Roman Polanski (violador de menores), Mel Gibson (borracho antisemita), Russell Crowe (lanzateléfonos), etc. Totalmente reprochables, pero no se puede negar que son talentosos y han tenido su impacto. Queda la duda de que si podemos ver más allá de sus defectos para reconocerlos por lo que de verdad importa, su trabajo. El caso de Hitch era el mismo.

Hitchcock es superior – es más entretenida, más centrada en el proceso de creación, no tan solemne, menos parcializada – pero The Girl es interesante como la otra cara de la moneda, un estudio psicológico de un gran director que cargaba con varios demonios internos. Para ver ambas en conjunto.

 

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