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17 Festival de Cine de Lima – Parte I

agosto 23, 2013

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El Festival de Cine de Lima es un evento imperdible dentro del calendario fílmico local. Aún así y debido a mi poca experiencia con festivales, no he sido un fiel asistente todos los años, salvo el 2006 y el 2007, en los cuales me acuerdo de haber visto una veintena de películas; aún guardo mis credenciales de prensa de aquellas dos ocasiones en las que me inscribí con este humilde blog que todavía andaba en pañales, aunque no me acuerdo de haberlas usado.

El haber vivido afuera hizo difícil mantenerse al día con el Festival. Debo confesar que a pesar de mi poca experiencia con él, me gusta bastante ver cine latinoamericano, por su diversidad. Los años que pasé en Chile me dieron un gusto por el cine de ese país, que casi siempre trae buenas sorpresas (salvo El Nominado, pero mejor no hablar de eso). El cine argentino me parece está en muy alto nivel: Pablo Trapero es un director maestro y Ricardo Darín es tan buen actor que si le pidiesen interpretar un árbol, estoy seguro que lo haría interesante. Y me gusta apoyar al cine nacional, exceptuando cuando fui a ver Un Marciano Llamado Deseo, una experiencia de la cual aún no me recupero del todo.

Este año, el Festival se apuntó un golazo al tener como invitado ilustre al gran Alexander Payne; Entre Copas es una película excepcional, hasta me identifico un poco con el Miles de Paul Giamatti, porque los dos somos escritores a los que nos cuesta escribir. Junto a «Alejandro» (un aplauso para el impecable español de este señor) vino también la brasileña Gloria Pires, con quien tengo un lazo bastante rebuscado, pero siempre es una buena historia para contar en reuniones.

Momento de Trivia: Nací en el lejano año de 1982, cuando E.T. buscaba volver a casa. Mis hermanas – y estoy seguro, gran parte de la ciudad – eran asiduas de una telenovela brasilera llamada La Mestiza, protagonizada por Gloria Pires. El galán de dicho culebrón era un personaje llamado Neco, interpretado por un tal Kadu Moliterno (¡Gracias Wikipedia!). Las hermanitas, que suspiraban por este tipo, tenían la esperanza de que su hermano recién nacido sería igual de irresistible cuando sea mayor. Y fue así que hasta hoy, todo el mundo me dice Neco, que más de uno cree que tiene que ver con el jabón.

Este año, tuve oportunidad de sumergirme de lleno en el Festival gracias a una oportuna credencial. Un saludo y agradecimiento al APRECI por darme la oportunidad de ser jurado de la Competencia Oficial de Ficción, y un gran saludo además a mis dos compañeros, José Tsang y Milton Calopiña. Fueron 18 películas en total, una ardua tarea que parecería no cansa – ¿a quien no le gustaría sentarse a ver películas una tras otra? – pero que resultó bastante agotadora. Al final casi quedo bizco y ya no procesaba nada, pero valió la pena. He acabado el certamen sintiendo que aprendí bastante, conociendo filmografías que ni sabía existían.

Lo más importante de un Festival es, claro, las películas. Así que, a continuación, un oportuno resumen de lo visto en las últimas dos semanas.

El nivel en general estuvo bastante bueno: todas las películas de ficción en competencia tenían elementos de interés y no se les podría llamar derechamente malas, salvo un bodrio colombiano llamado Edificio Royal, que pretendía ser una comedia absurda pero más parecía un drama sonámbulo donde no pasaba nada y con una extraña fijación con Tom Cruise.

Chile de nuevo cumplió expectativas con Gloria, de Sebastián Lelio. Paulina García interpreta a un personaje inolvidable, una señora de edad que no tiene nada de abuelita indefensa: es independiente, le gusta bailar e irse de fiesta, no deja que la hagan tonta y sabe de sobra lo que busca. Hoy en día casi todos los romances en pantalla son entre gente joven y atractiva que parecen sacados de portada de revista, por lo que resulta refrescante ver una relación entre dos personas mayores que es mostrada con honestidad y sin adornos. Uno no puede evitar salir de la sala con Umberto Tozzi sonándole en la cabeza.

 

 

Otra joya fue Soy Mucho Mejor Que Vos de Che Sandoval. El Nasa («Eres narigón y mis amigos piensan que jalas; empezó como ‘Nasal’ y quedó como ‘Nasa'») es todo un personaje: la esposa lo deja para irse a Europa, sus hijos no quieren verlo, trabaja en una ridícula PYME que se está yendo a pique y como le dicen repetidas veces, se está quedando calvo. Lo acompañamos en una alucinada y patética travesía por la noche santiaguina, buscando sexo con cualquier mujer que se le cruce, emborrachándose y lamentándose una y otra vez de su mala suerte. Una comedia hilarante, cuyo único obstáculo puede ser su lenguaje coloquial; más de una persona en la sala no entendió nada. Menos mal no tengo ese problema – aún uso palabras o frases como «estoy raja», «maraca» o «la micro» en el día a día y suelo referirme a la gente con artículos – así que me estaba doblando de risa. Frase para el bronce: «Anda a escuchar Radiohead, depresivo de mierda.»

De Chile nos vamos a Uruguay, con Tanta Agua, ópera prima de Ana Guevara y Leticia Jorge. Es una historia coming of age, con una adolescente aprendiendo a madurar y a convivir con su padre y hermano durante unas fallidas vacaciones. Este tipo de films suelen centrarse en los adolescentes protagonistas, pero en este caso también muestra a un padre intentando acercarse a sus hijos intentando superar una aparente diferencia de edad y de experiencias. Graciosa y emotiva por igual, es una película sencilla y para nada pretenciosa y es en esta sencillez donde radica su efectividad.

 

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Este recuento me va a salir algo extenso, así que para que sea más fácil de leer, lo dividiré en dos partes. Se vienen: la controversia desde México, las cintas peruanas en competencia y un documental que me hizo jalarme de los pelos…

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4 comentarios
  1. Totalmente de acuerdo con que el nivel en general del Festival estuvo bueno. Lamentablemente no tuve la oportunidad de ver las películas que mencionas en este post – solo vi dos de las producciones peruanas y Heli, un filme mexicano. Tengo curiosidad de ver tu opinión más detallada sobre esas (especialmente sobre Heli – todavía no logro llegar a una conclusión sobre esa película, razón por la cual no he escrito sobre ella todavía en mi propio blog.)

    Por otra parte, y ya que lo mencionas – Un Marciano Llamado Deseo. Nunca la vi. Pero he visto un par de escenas sueltas en YouTube, las cuales me hicieron sentir que estaba en algún tipo de pesadilla. ¿Comentarios?

    P.D.: E.T ❤ Realmente me hubiera gustado ser chibolo en los 80s (por ende, mayor que tú jaja.)

    • Gracias por publicar!

      Ya publiqué mi comentario sobre Heli… muy bien hecha, pero francamente desagradable. No creo que la vuelva a ver. Es como Requiem Por Un Sueño: es un peliculón, pero me chocó tanto que ni fregando vuelvo a verla de nuevo. Con una vez me bastó.

      Sobre Un Marciano Llamado Deseo… admito que una y otra cosa me hizo matarme de risa cuando la vi, pero es bastante mala. Me acuerdo que le fue tan pero tan mal, que en parte fue por eso que Cristian Meier se fue a trabajar a Mexico. Aunque como estuvo con la hija del Puma Rodriguez, no creo que la haya pasado tan mal.

      PD: Hasta ahora no veo E.T.

      • ¿No has visto E.T.? Es probablemente una de las películas más conmovedoras y, arriesgándome a entrar en los clichés, «mágicas» que hay – una de las pocas que me hacen extrañar una época en la que ni siquiera tuve la oportunidad de vivir. A algunas personas les parece sobrevalorada, pero no soy uno de esos – tiene demasiados momentos que me ponen la piel de gallina (especialmente cuando entra el tema principal de John Williams – ese hombre es un dios.)

      • Tal vez la vi en algún momento y ya no me acuerdo. De hecho, tengo que volverla a ver un día de estos, a veces siento que es parte esencial de cualquier infancia y que me faltó. Phone home.

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